Homelessness

Me hice al budismo, luego cristiano, catolico, judio, ateo, inculto, marxista, republicano y por ultimo me cambie a movistar, nunca tuve la sensacion de estar conforme con alguna de mis creencias, y pense que deberia de inventar mi propia religion como lo hicieron los demas. El reloj sonaba creando surcos cosmicos en mi canal auditivo; siempre quise tener uno de esos relojes a los que le pegas en la parte de arriba y acto seguido morfeo guia tus 5 minutos extras de sueño naricisista. Me levante y me puse mi camiseta preferida, esa que todavia no existe y lleva mi nombre grabado junto a una frase egocentrica, Nadaba histericamente entre la parafernalia inutil que disminuye en area transitable, mis ya cortos pasillos hogareños, nunca pense que alguien se pudiera cortar con una pipa de vidrio hasta que tuve que recibir 1 litro y medio de sangre rh3- gracias a la desagradable costumbre de caminar descalzo. Tenia, tuve o tendre (aun no lo recuerdo) una cita con mi vecina que fumaba pall mall, era amargada y ponzoñosa pero dominaba a la perfeccion el arte de escuchar palabras sosas y metaforas complicadas, eso la hacia mi mejor amiga, eso y el hecho de que era la unica vagabunda que conocia. Con ella descubri que las estrellas no eran mas que luciernagas espaciales y que la brisa es solo un estornudo de algun personaje quimerico. Y asi podria numerar una a una las inumerables aventuras que hemos tenido, pero tengo comezon en mi higado izquierdo y a mi sistema limbico le falla lo limbico. "Estoy enamorada" me confeso de manera triste un 6 de octubre, ante una frase con mas aristas que vertices lo unico que pude responder fue "Ok". Tal vez su intento fallido de iniciar una platica femenina solo alimento mas el desasosiego que supongo experimentaba en ese momento. Y asi mis dias pasaron debajo del puente #2 cerca de la tercera terminal en Manchester; alegrias, risas, colapsos, melancolia, lagrimas misticas y uno que otro intento de suicidio de parte de mi compañera por aparente desamor, quemaban mis horas, mi juventud y mi infinita virginidad. Es el estupido reloj imaginario otra vez y es turno de la version pusilanime de mi camiseta favorita; "solo espero que entre la merma del mercado local, ahora si haya frambuesas" -pense-.