9.04.2008

100 Celsius.

3.03 am, es ahora el solitario pasajero del 3er viaje de la noche, cansado de contar las manchas en el techo y de haber nombrado todos y cada uno de los ladrillos de su pintoresca barda, toma las llaves de su carro ultimo modelo y abre la elegante puerta del mismo, entra y siente una comodidad que jamas habia sentido en ese tan usado asiento delantero, pone su automovil en marcha y procede a trasladarse a un sitio que aun no define con exactitud en busca de algo mas de entretenimiento. Las calles son tranquilas y es raro el vehiculo que no sea un taxi transitando en ellas, el sujeto maneja mientras imagina que es piloto de una avion luego de un helicoptero luego de un yate, de repente algo le llama la atencion y sus ojos se enfoncan en algo sorprendemente inusual para el, hay un homeless en el semaforo. La travesia que al parecer a sido de horas, en realidad solo ha durado 2 minutos y dicho semaforo se encuentra a un par de cuadras de su casa. Hace el alto ante la brillante luz roja del semaforo e impacientemente espera por el cambio, cuando el homeless empieza a gritar groserias y mas cosas sin sentido sin receptor aparente, nuestro amigo pone su carro en parking y procede a bajarse de su carro, camina de manera precipitada con direccion hacia el homeless que se encuentra parado agarrado del poste parte del semaforo, como lo haria una prostituta. Al acortarse la distancia entre los dos el homeless duda de las intenciones de nuestro amigo y se pregunta a si mismo cual sera su incoveniente, el sin una sola palabra pronunciada y al alcanzar la distancia requerida, imprime en la nariz del vagabundo un certero golpe con su puño derecho, el pobre hambriento trata de cubrirse pero ya es muy tarde, debio haber corrido cuando pudo, ahora tiene a un sujeto iracundo atentando contra su bienestar fisico. Ignorando los lloriqueos del vagabundo el continua castigandolo con profundos golpes a la cara, el 2do pega en el ojo izquierdo el homeless solo suplica por piedad, el 3ro golpea su sucia boca, y asi vienen 4,5, y el homeless deja de suplicar, es hasta el sexto golpe que nuestro amigo es salpicado en la cara con la sangre del homeless misma que salio disparada por el ultimo impacto, como cubetazo de agua fria es ahi cuando se da cuenta de la realidad, es ahi cuando el viaje se acaba, despierta y se encuentra sujetando de la camiseta a un tipo con la cara molida y llena de sangre, el esta en sandalias y pijama y tiene los ojos, boca y nariz salpicados de sangre, que por supuesto, no es de el. Asustado se pregunta "que chingados estoy haciendo?" y suelta al vagabundo mientras a paso apresurado se dirige a su automovil que se encuentra encendido, mismo que ha pasado asi 3 verdes, en su camino de regreso a su carro, ve a un homeless asustado en contra esquina a su actual locacion, sube a su carro y maneja con 3 gramos menos de destino esta vez, ahora para el todo tiene sentido, "no mames que pendejo, no me gritaba a mi" y asi durante 15 minutos se reprocha lo recien sucedido, el ahora tiene sida.

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